El caso de Iván Rakitic es un buen ejemplo de lo que nos pasa a algunos con ciertos deportistas, especialmente agraciados.
Sin duda es un pibón pasen los años que pasen, su sonrisa, su melena, su frescura y esa insistente demostración de su virilidad quedándose en slip un montón de ocasiones así lo indican.
No creo que lo haga especialmente por mostrar mejor sus atributos ante un posible público femenino que no es precisamente el mayoritario en los campos.
Y sin embargo se recrea en esa desnudez calconcillera, en esa demostración de su confianza plena en lo que carga, en lo que porta, en lo que cuelga.
Hubo algunas declaraciones suyas que no auguraban precisamente una comprensión a los gays que tanto lo admiramos, y sin embargo seguimos ahí soñando con esos slips, con esa sonrisa, con esa virilidad que nos excita pero nunca nos acaba de llegar.
Es el misterio del deseo y la demostración del poderío extremo de los machos.
Sin duda es un pibón pasen los años que pasen, su sonrisa, su melena, su frescura y esa insistente demostración de su virilidad quedándose en slip un montón de ocasiones así lo indican.
No creo que lo haga especialmente por mostrar mejor sus atributos ante un posible público femenino que no es precisamente el mayoritario en los campos.
Y sin embargo se recrea en esa desnudez calconcillera, en esa demostración de su confianza plena en lo que carga, en lo que porta, en lo que cuelga.
Hubo algunas declaraciones suyas que no auguraban precisamente una comprensión a los gays que tanto lo admiramos, y sin embargo seguimos ahí soñando con esos slips, con esa sonrisa, con esa virilidad que nos excita pero nunca nos acaba de llegar.
Es el misterio del deseo y la demostración del poderío extremo de los machos.