"Yo con esto no puedo, tío" se lo he escuchado decir a bastantes conocidos, pero no conseguía encontrar una imagen que lo simbolizara en toda su intensidad, y aquí está, gracias a las búsquedas y aportes de tantos colegas como 14carlitos14, tamakun69 y tantos otros.
Es Carlos Palazón o mejor dicho, el super pibón de Carlos.
¿Qué tiene para no poder con él?
Pues que lo da todo, en esta imagen se recogen todas las virtudes que adornan a semejante mancebo.
Algunas, como su cuerpo fibrado, esculpido, escultural, de mármol antiguo pero de ahora mismo, son tan evidentes que no hace falta detallarlas ni destacarlas pues tendríamos que padecer ceguera para no apreciarlas.
Otras forman parte de mi personal sensibilidad y no puedo pasar al lado de alguien con esos pectorales que en cualquier momento pudieran estallar y descubrirse como tetas, en las que reinan ese par de pezones adornando a cada una de sus mamas viriles, de macho intenso, porque solo los verdaderamente intensos alcanzan esas dimensiones tetudas.
Pezones lameteables, tetonas agarrables, y el elemento que a mí más me enciende como es ese pantalón largo gris, del que cuelgan esas lazadas sueltas. No le hace falta enseñar lo que lleva debajo, porque todos lo ansiamos e imaginamos.
Mi fetiche, mi prenda preferida y que directamente me hace ponerme a cuatro cuando encuentro a un semental como él dispuesto a cubrirme de lefa y deseo.
Es Carlos Palazón o mejor dicho, el super pibón de Carlos.
¿Qué tiene para no poder con él?
Pues que lo da todo, en esta imagen se recogen todas las virtudes que adornan a semejante mancebo.
Algunas, como su cuerpo fibrado, esculpido, escultural, de mármol antiguo pero de ahora mismo, son tan evidentes que no hace falta detallarlas ni destacarlas pues tendríamos que padecer ceguera para no apreciarlas.
Otras forman parte de mi personal sensibilidad y no puedo pasar al lado de alguien con esos pectorales que en cualquier momento pudieran estallar y descubrirse como tetas, en las que reinan ese par de pezones adornando a cada una de sus mamas viriles, de macho intenso, porque solo los verdaderamente intensos alcanzan esas dimensiones tetudas.
Pezones lameteables, tetonas agarrables, y el elemento que a mí más me enciende como es ese pantalón largo gris, del que cuelgan esas lazadas sueltas. No le hace falta enseñar lo que lleva debajo, porque todos lo ansiamos e imaginamos.
Mi fetiche, mi prenda preferida y que directamente me hace ponerme a cuatro cuando encuentro a un semental como él dispuesto a cubrirme de lefa y deseo.