Qué bellezón italiano, como delantero que es, tiene una delantera genital apreciable, además sabe posar la mano allí donde más placer obtiene y nos da.
Ese flequillito que le hace parecer más juvenil, le da ese toque morboso que tanto nos gusta a los amantes de pibones tan ricos como este Gianmarco, a seguir su rastro por donde vaya