(X)
Cuando estaba en la escuela empecé a cortar céspedes para ganar dinero. Mi papá era mayor y viajaba todo el tiempo, así que cuando estaba en casa, estaba cansado y sin interés en salir de casa.
El hombre que vivía al lado me enseñó la diferencia entre cortar el cesped y darle verdadero mantenimiento.
En mi segundo año de jardinería estaba ya declinando clientes y trabajando del amanecer hasta el atardecer 7 días a la semana.
Mi vecino era casado y tenía 45 años y 2 hijas. Tenía una compañía de construcción y elaboraba gabinetes. En las tardes, cuando regresaba a casa, los fines de semana y sus días libres, yo estaba en su taller aprendiendo a hacerlos también, así como otros muebles.
El verano antes de mi último año me asignaron a un equipo para armar las casas y me encantaba. Los tipos eran de todas las edades y la plática era cruda, dura y sexual la mayoría de las veces, y eso me calentaba.
Un día me asignaron a trabajar con un hombre avanzado en sus 40s en una ciudad cercana. En el camino me dijo que el otro trabajador ahí era un tipo casado chupapollas y que si yo quería, él me atendería. Había estado en un par de pajas grupales con algunos amigos, me la había mamado una chica y había cogido y un par de veces, pero nunca había tenido a un hombre comiéndome la polla.
Estaba arriba en la causa cuando me quedé sin clavos y bajé las escaleras para ir al camión. Ahí en la habitación principal estaban el tipo casado de rodillas comiendo la polla del tío con quien yo había viajado. Ellos sabían que yo estaba bajando las escaleras pero no les importó. El que estaba mamando me miró, dejó que se le saliera la polla de la boca y dijo: "Danos 5 minutos y es tu turno". Cuando llegué al camión mi verga estaba dura como piedra y estaba considerando lo de esa mamada.
Cuando regresé adentro, el otro le estaba follando la cara con dureza y yo estaba listo para mi turno. Me bajé la cremallera y en cuanto terminó de chupar, se fue hacía mí...con la boca llena de semen y me puso muy caliente. Esa fue mi primera experiencia con un hombre y supe que esos 2, y mi vecino, habían arreglado el día y mi exposición al sexo en el sitio de construcción.
En ruta hacia el trabajo a la mañana siguiente mi vecino me preguntó si me había gustado mi mamada y si me gustaría otra. Le dije que me encantó y pregunté si iba a salir de la ciudad de nuevo por trabajo...y por una chupada. Me dijo: "Estás trabajando conmigo hoy" y se fue a por mi polla.
No malentiendan mi confesión: no todos los trabajadores de construción juegan a esto, toma su tiempo saber quién sí, pero cuando sí, hay bautizos privados en todos los proyectos. Eso fue hace 20 años y ahora yo tengo una pequeña compañía constructora y nada me calienta como un trabajador con sus jeans colgando de una sola pierna y la otra pierna bien abierta cuando está inclinado en el burro, con su culo peludo salido y pidiendo ser cogido...dura, profunda, salvajemente, a menudo y por muchos.
...
(X)
[font=Book Antiqua]En octavo grado, mi mejor amigo y yo solíamos dormir en la casa del otro todo el tiempo. Nos poníamos pedo fumando marihuana y nos divertíamos mucho. La primera vez fue así. Estábamos en su cama hablando de chicas que nos gustaban, luego empezamos a hablar de cuán calientes estábamos. Mi amigo Jeff dijo: "Quisiera que fueras una chica, tengo una erección enorme". Yo también, dije.
Jeff dice que necesita cascársela. De nuevo estoy de acuerdo. Empezamos a masturbarnos. No pasó mucho antes de que estuviéramos masturbando la polla del otro. Luego le dije que quería chupársela. Jeff no tuvo problema con eso. Me voy a por ella y amo cada segundo. Cambiamos de posición. Yo estoy boca arriba, él arriba dándole a mi cara.
Cuando dijo que se iba a correr, le tomé el culo con las manos y chupé cada parte de él con fuerza. Luego echó una gran cantidad de semen en mi boca, para mi deleite. Cuando se recupera, me devuelve el favor y chupa mi polla mandándome al cielo.
Hicimos esto un par de veces más esa semana, luego Jeff dijo que quería cogerme. Yo no tenía problemas tampoco. Consiguió vaselina y me montó mientras yo esperaba en cuatro. Era raro y dolió un poco al principio, pero así de caliente y drogado, lo acepté inmediatamente. Mi yo romántico y apasionado le dijo que quería quedar boca arriba. Me acosté y me abrí para él.
Tan pronto como continuó follándome, le dije que quería besarlo. Besar otro tío se sentía más taboo que tener su polla en mi culo. Fue maravilloso. Él no duró más de un minuto mientras estábamos besándonos profunda y húmedamente. Explotó dentro de mí. Me enganché al sexo con chicos desde entonces.
Fuimos amantes gays secretos por un año, luego nos alejamos en bachillerato. No tuve sexo con una chica hasta los 19. Seguí mis aventuras sexuales con mis amigos hasta el bachillerato.
Desafortunadamente, mi diversión con los hombres acabó cuando me casé a los 25. ¡Si que lo extraño con ganas!
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Cuando estaba en la escuela empecé a cortar céspedes para ganar dinero. Mi papá era mayor y viajaba todo el tiempo, así que cuando estaba en casa, estaba cansado y sin interés en salir de casa.
El hombre que vivía al lado me enseñó la diferencia entre cortar el cesped y darle verdadero mantenimiento.
En mi segundo año de jardinería estaba ya declinando clientes y trabajando del amanecer hasta el atardecer 7 días a la semana.
Mi vecino era casado y tenía 45 años y 2 hijas. Tenía una compañía de construcción y elaboraba gabinetes. En las tardes, cuando regresaba a casa, los fines de semana y sus días libres, yo estaba en su taller aprendiendo a hacerlos también, así como otros muebles.
El verano antes de mi último año me asignaron a un equipo para armar las casas y me encantaba. Los tipos eran de todas las edades y la plática era cruda, dura y sexual la mayoría de las veces, y eso me calentaba.
Un día me asignaron a trabajar con un hombre avanzado en sus 40s en una ciudad cercana. En el camino me dijo que el otro trabajador ahí era un tipo casado chupapollas y que si yo quería, él me atendería. Había estado en un par de pajas grupales con algunos amigos, me la había mamado una chica y había cogido y un par de veces, pero nunca había tenido a un hombre comiéndome la polla.
Estaba arriba en la causa cuando me quedé sin clavos y bajé las escaleras para ir al camión. Ahí en la habitación principal estaban el tipo casado de rodillas comiendo la polla del tío con quien yo había viajado. Ellos sabían que yo estaba bajando las escaleras pero no les importó. El que estaba mamando me miró, dejó que se le saliera la polla de la boca y dijo: "Danos 5 minutos y es tu turno". Cuando llegué al camión mi verga estaba dura como piedra y estaba considerando lo de esa mamada.
Cuando regresé adentro, el otro le estaba follando la cara con dureza y yo estaba listo para mi turno. Me bajé la cremallera y en cuanto terminó de chupar, se fue hacía mí...con la boca llena de semen y me puso muy caliente. Esa fue mi primera experiencia con un hombre y supe que esos 2, y mi vecino, habían arreglado el día y mi exposición al sexo en el sitio de construcción.
En ruta hacia el trabajo a la mañana siguiente mi vecino me preguntó si me había gustado mi mamada y si me gustaría otra. Le dije que me encantó y pregunté si iba a salir de la ciudad de nuevo por trabajo...y por una chupada. Me dijo: "Estás trabajando conmigo hoy" y se fue a por mi polla.
No malentiendan mi confesión: no todos los trabajadores de construción juegan a esto, toma su tiempo saber quién sí, pero cuando sí, hay bautizos privados en todos los proyectos. Eso fue hace 20 años y ahora yo tengo una pequeña compañía constructora y nada me calienta como un trabajador con sus jeans colgando de una sola pierna y la otra pierna bien abierta cuando está inclinado en el burro, con su culo peludo salido y pidiendo ser cogido...dura, profunda, salvajemente, a menudo y por muchos.
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[font=Book Antiqua]En octavo grado, mi mejor amigo y yo solíamos dormir en la casa del otro todo el tiempo. Nos poníamos pedo fumando marihuana y nos divertíamos mucho. La primera vez fue así. Estábamos en su cama hablando de chicas que nos gustaban, luego empezamos a hablar de cuán calientes estábamos. Mi amigo Jeff dijo: "Quisiera que fueras una chica, tengo una erección enorme". Yo también, dije.
Jeff dice que necesita cascársela. De nuevo estoy de acuerdo. Empezamos a masturbarnos. No pasó mucho antes de que estuviéramos masturbando la polla del otro. Luego le dije que quería chupársela. Jeff no tuvo problema con eso. Me voy a por ella y amo cada segundo. Cambiamos de posición. Yo estoy boca arriba, él arriba dándole a mi cara.
Cuando dijo que se iba a correr, le tomé el culo con las manos y chupé cada parte de él con fuerza. Luego echó una gran cantidad de semen en mi boca, para mi deleite. Cuando se recupera, me devuelve el favor y chupa mi polla mandándome al cielo.
Hicimos esto un par de veces más esa semana, luego Jeff dijo que quería cogerme. Yo no tenía problemas tampoco. Consiguió vaselina y me montó mientras yo esperaba en cuatro. Era raro y dolió un poco al principio, pero así de caliente y drogado, lo acepté inmediatamente. Mi yo romántico y apasionado le dijo que quería quedar boca arriba. Me acosté y me abrí para él.
Tan pronto como continuó follándome, le dije que quería besarlo. Besar otro tío se sentía más taboo que tener su polla en mi culo. Fue maravilloso. Él no duró más de un minuto mientras estábamos besándonos profunda y húmedamente. Explotó dentro de mí. Me enganché al sexo con chicos desde entonces.
Fuimos amantes gays secretos por un año, luego nos alejamos en bachillerato. No tuve sexo con una chica hasta los 19. Seguí mis aventuras sexuales con mis amigos hasta el bachillerato.
Desafortunadamente, mi diversión con los hombres acabó cuando me casé a los 25. ¡Si que lo extraño con ganas!
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